domingo, 29 de abril de 2012

Todo paraíso tiene sus dos lados



País del fútbol y del carnaval, así lo conocen muchos. Brasil está comenzando a sentir la presión que es ser, nada más ni nada menos, la sede del evento más grande y visto del mundo.
   Por un lado, obras atrasadas en estadios antiguos y en construcción de nuevos, con pequeños plazos de entrega, lo que hace que los organizadores corran contra el tiempo. Por otro lado, militares pacificando las favelas de Río de Janeiro, en el intento de garantir seguridad a su país y visitantes, y sin lugar a duda, terminar con todo tipo de tráfico que pueda existir.
   No es éste, un país únicamente de obras atrasadas, ni tampoco de tráfico vivo, Brasil tiene bellezas por donde quiera que se lo mire, sin contar con sus espléndidas playas, muy concurridas por personas de todo el mundo, incluso uruguayos.
   Muchos le dicen ‘’El país del fútbol’’. Ya que de aquí vienen cientos de jugadores que hicieron historia, como Garrincha, Pelé, Ronaldinho, Neymar, entre otros tantos que le han brindado al mundo jugadas excelentes. Que logran mover esa pasión tan grande, tan fanática, que siente el pueblo brasilero por este deporte.
   Y no se puede dejar de lado la forma que viven el carnaval aquí, les produce tanta euforia, casi tan igual a la generada por el fútbol. Y así es el más conocido del mundo, por sus colores, buena música, axé o samba, gente alegre, desfiles fantásticos hasta largas horas de la madrugada, en la “ciudad maravillosa”.
   Sin dudas, Brasil tiene muchas razones para vencer cualquier obstáculo y permitir que aquí se viva de una forma apasionante.


Bettina Bittencourt


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