País del fútbol y del carnaval, así lo
conocen muchos. Brasil está comenzando a sentir la presión que es ser, nada más
ni nada menos, la sede del evento más grande y visto del mundo.
Por un lado, obras atrasadas en estadios antiguos y en construcción de
nuevos, con pequeños plazos de entrega, lo que hace que los organizadores
corran contra el tiempo. Por otro lado, militares pacificando las favelas de
Río de Janeiro, en el intento de garantir seguridad a su país y visitantes, y
sin lugar a duda, terminar con todo tipo de tráfico que pueda existir.
No es éste, un país únicamente de obras atrasadas, ni tampoco de tráfico
vivo, Brasil tiene bellezas por donde quiera que se lo mire, sin contar con sus
espléndidas playas, muy concurridas por personas de todo el mundo, incluso
uruguayos.
Muchos le dicen ‘’El país del fútbol’’. Ya que de aquí vienen cientos de
jugadores que hicieron historia, como Garrincha, Pelé, Ronaldinho, Neymar,
entre otros tantos que le han brindado al mundo jugadas excelentes. Que logran
mover esa pasión tan grande, tan fanática, que siente el pueblo brasilero por este
deporte.
Y no se puede dejar de lado la forma que viven el carnaval aquí, les
produce tanta euforia, casi tan igual a la generada por el fútbol. Y así es el más
conocido del mundo, por sus colores, buena música, axé o samba, gente alegre,
desfiles fantásticos hasta largas horas de la madrugada, en la “ciudad
maravillosa”.
Sin dudas, Brasil tiene muchas razones para vencer cualquier obstáculo y
permitir que aquí se viva de una forma apasionante.
Bettina Bittencourt
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